Al estar ACOSTADOS BOCA ARRIBA, los bebés tienen la oportunidad de poner en marcha especialmente los músculos de la parte delantera del cuerpo (músculos flexores).
De inicio, los músculos flexores del cuello son los que van a permitir al bebé mantener la cabeza en el medio o girarla, y a medida que se vuelvan más fuertes y coordinen más sus movimientos, van a ir aprendiendo a meter la barbilla, asentir con la cabeza y levantar la cabeza de la superficie donde está apoyado, bien sea del suelo o del respaldo de un asiento.
Los músculos flexores del hombro también se van a ir fortaleciendo en los momentos que el bebé está tumbado boca arriba y lleva sus brazos hacia arriba, lo que va a hacer que vaya aprendiendo a llevar las manos a la boca, juntarlas sobre su pecho y, más adelante, levantar los brazos para alcanzar y jugar con objetos.
Estar tumbado boca arriba, también les permite fortalecer y coordinar los músculos de la pelvis y piernas, lo que va a hacer que vayan aprendiendo a patalear, levantar las piernas hacia arriba, tocarse las rodillas con las manos y llegar a coger y jugar con sus pies.
Desde la posición boca arriba, además aprenden a darse la vuelta y ponerse boca abajo, a medida que coordinan los movimientos de la cabeza, los brazos, el tronco y las piernas.
Para que los niños puedan ir desarrollando todas estas habilidades es necesario que cuenten con OPORTUNIDADES para ello, las cuales dependen de que cuenten con el espacio, los juguetes y el acompañamiento necesario.
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